Limpiar el fregadero de la cocina

El fregadero es un elemento muy utilizado en la cocina. Ya sea de granito, acero inoxidable o cerámica, ¿cuál es la mejor manera de evitar que aparezca un foco de bacterias, y cuidarlo para que conserve la belleza del primer día? Consejos de expertos para proteger el fregadero del paso del tiempo y de las marcas de suciedad.

Combatir el tártaro y la cal de los fregaderos



Para evitar que se acumule la cal:
limpia el fregadero con agua y jabón cada vez que lo utilices.
Consejo +: el vinagre blanco es un excelente antical natural. Puedes utilizarlo cada semana según lo dura que sea el agua que utilizas, es decir, su contenido de cal.

¿Cómo se cuida un fregadero de granito?

Gracias a sus propiedades, el granito se caracteriza por lo fácil que es limpiarlo.
Algunos cuentan con un tratamiento antibacteriano integrado que impide que proliferen los microbios.
Limpieza diaria fácil: puedes utilizar el lado abrasivo del estropajo y se limpia con una simple crema de fregar o jabón negro.
Para las manchas resistentes: utiliza un estropajo húmedo impregnado con piedra blanca limpiadora.
Se recomienda no utilizar cuchillos de cerámica en un fregadero de granito.

¿Cómo se cuida un fregadero de acero inoxidable?

Los fregaderos de acero inoxidable son muy sensibles a la cal, así que es necesario limpiarlos con agua y jabón o agua y vinagre ¡cada día!
Para evitar los cúmulos de cal: no olvides secar el fregadero con un trapo suave.
Para eliminar los restos de cal: el vinagre blanco caliente es perfecto. Déjalo actuar durante 20 minutos y acláralo con agua.
Olvídate de: la lejía, es muy corrosiva.
No utilices productos de limpieza abrasivos que puedan rayar el fregadero.

¿Cómo se limpia un fregadero de cerámica?

Los fregaderos de cerámica son resistentes a rayaduras, golpes y a muy bajas o altas temperaturas.
Mantenimiento cotidiano sencillo: ¡basta con un estropajo, agua y jabón!
Ante las manchas más resistentes: el vinagre blanco o la piedra blanca serán eficaces.
Olvídate de: los productos antical o a base de sodio, de ácido clorhídrico, cítrico, fórmico o fluorhídrico (productos antióxido, por ejemplo).

Nunca utilices productos agresivos como el amoníaco, ácidos u otros desatascadores químicos, ni estropajos metálicos. Estos productos estropean la superficie del fregadero de forma irremediable.

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